sábado, 30 de marzo de 2013

El beso


  El Beso


Sus manos se buscaron con desesperación y ansia primero fue solo un finito roce de sus dedos pulgares,  después el roce de sus anulares hasta que todas sus falanges se entrecruzaron y suavemente apretaron un persistente pero tímido apretón como si quisieran expresar demasiadas cosas en ello . Luego fueron sus pupilas se encontraron y miraron entre sí se dilataron y parpadearon por un instante. Ella se enfrió y noto como la sangre de su rostro bajaba rápidamente a encontrarse con su corazón que saltaba desesperadamente dentro de su pecho como si se encontrara encerrado y quisiera salir. Se le acomodo a la garganta y abrió sus labios para coger un poco de aire pero no podía, se quedó prendida en sus ojos y perdió la noción de todo lo que hacia . El la atrajo con suavidad ella no sabía que hacia ni siquiera pensaba de repente sus manos ya no estaban unidas sino que el pasaba su pulgar en círculos sobre su mejilla y el anular y el índice por sus labios ella cerró los ojos y en ese instante creyó saber la definición de felicidad justo en el  momento en que se agacho y rozo un momento sus labios contra los de ella mientras la cogía del pelo con una mano y la otra le sujetaba la mejilla. Las manos de ella se cruzaron sobre su cuello y no sabía si habían pasado minutos o segundos quizás horas porque en aquel momento no había nada más que su olor, su roce, su beso.  

…Mery…

miércoles, 6 de marzo de 2013

Penélope


Penélope

  Era un simple ruido en medio de la oscuridad, un flexo tintineante y algún paso por el fondo del pasillo. Y en medio de todo el silencio, roto por su respiración y la música que sus dedos convertían el sonido en letras y estás en una palabra. Una tras otra formaban el árbol que como hojas eran las frases de la historia de amor que guardaba entre su pecho, los sentimientos que hacían que se fuese con lagrimas a la cama y deseara no despertarse por la mañana. Podía pasarse las horas de la noche sin que el cansancio ocupara su pensamiento lo único que le importaba era llegar a terminar un nuevo capítulo que pudiera sanear lo que durante su sueño había abierto en su pecho y como una obsesión sentía que era lo único que le hacía seguir con su vida . Cuando los rayos despuntaban secaba las hojas y cuidadosamente las unía a lo que la noche anterior había tejido con su pensamiento y se imaginaba que la historia era como un inmenso tapiz en el cual mostraría al mundo cuando estuviese acabado, más ni siquiera conocía el final de su propia historia. 

y con la noche rozando de nuevo las cristaleras de su habitación  volvía a sentarse frente a su teclado esperando continuar, las primeras horas se las pasaba releyendo lo escrito y justo cuando pensaba en colocar la siguiente palabra que enlazará con la continuación decidía que necesitaba volver a empezar. Colocaba los antiguos escritos en el fondo de un cajón y ponía un titulo diferente para la misma historia, aquella  que comenzó ya hace algún tiempo, pues los folios se habían amarilleado y las teclas de su máquina se enganchaban sin colocar la letra elegida.

 Algunas noches la furia del agua golpeaba los cristales de su habitación y era con ese traqueteo cuando encontraba la  tranquilidad y el refugio.  Soñaba con el mar y recordaba la temporada en que siempre portaba sus manuscritos consigo, allí donde estuviera, contando las historias más diversas que pudiera imaginar. Paseaba por calles que en su noche se transformaban en laberintos de piedra de los cuales no podía salir sin encontrarse con su pensamiento en medio del laberinto vivía su bestia a veces se perdía y necesitaba del reflejo dorado del hilo para salir, otras se enfrentaba con un espejo que deformara esa idea y le proporcionará la intriga que necesitaba en su mañana. Como pequeñas tortugas lentamente las ideas surgían de su mente hacia su escritorio y de ahí al papel impoluto de las páginas que deseaba vivir. Pero las libretas se encontraban en algún lugar del recuerdo, podría encontrarlas  en el viento, si las lenguas del fuego no las hubiesen destruido.


Aquella tarde las frases fueron veneno y la tinta se borró en contacto con la furia y el odio. Pues se juntaron las chispas que prendieron una historia en mil pedazos y volaron por el aire como mil mariposas que entre sus alas solo transportaban un abecedario de ideas y mundos de literatura sin punto y final. Letra a letras creaba una frase y de ella una oración quizás un párrafo , un verso , una prosa o tan solo ideas inconexas pero en ocasiones eran realidades basadas en sueños , sentimientos ahogados en tazas de café, iluminadas por las sombras de la noche , ahogadas en lagrimas del cielo. Al fondo del pasillo se encontraba algún disco dando vueltas,  acompañando su velada y en su cama una silueta esperaba a que el sonido cesara y la historia acabara. Tan solo  para poder refugiarse entre sus cuerpos y olvidarse un rato de las horas.  

..Mery...

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