Ahí estabas, sentado bajo la copa de aquel árbol
que no hacía más que tirarte hojas sobre el libro que devorabas con
pasión, sonreíste un instante y pensé que sería lo que las letras te estaban
contando para provocarte esa sonrisa . Una hoja castaña se deslizó desde la
copa hasta la pagina que estabas leyendo, la cogiste con la punta de tus dedos
y la hiciste girar mirándola. Para mí no era más que un juego. Observarte,
estudiarte quizás.
Era tan complicado llegar hasta a ti, puede no lo
fuera tanto, quizás solo era necesario un atisbo de confianza ; un soplo de esa
decisión que a veces me hacia ir a por lo que quería . Ir y conseguir todo lo
que me propusiera, pero en tu caso era distinto solías petrificarme con solo
mirarme o cuando por un segundo parecía que me habías prestado un segundo de tu
atención, que quizás lo que decías no era una frase sacada de un repertorio que
repetías a cada una que se te acercaba. ¿Quién podía estar segura? . Quizás
solo era cuestión de acercarme por detrás de ti, ponerte las manos alrededor de
tus ojos y decirte ,
¿Quién soy?
...Mery...