jueves, 17 de marzo de 2016

Pieles



Tenía 15 años y aquella noche se sentía como si su mundo se hubiera derrumbado las miles de promesas dichas ya no existían , ya no había beca ni un futuro de glamour , sentía que habían cogido sus ilusos sueños y los hubieran convertido en un esperpento de frío , soledad y dolor    . El dolor de los tacones demasiado grandes para su 36 de pie, la ausencia de sus familiares  y el calor de un hogar , el frío de una infancia que no volvería, el  dolor de los golpes bajo capas de maquillaje. Esa Noche su frágil cuerpo se había convertido en un símil cruel de una pieza de ganado, ante esos ojos penetrantes en su cabellera caoba habían crecido cuernos, ante sus manos su cuerpo solo eran kg de canal cubiertos por un minúsculo vestido de tubo azulado con destellos, demasiado corto , demasiado fino y apretado del cual sobresalían sus largas y delgadas piernas ahora acabadas en pezuñas negras . El negro de sus ojos se había desteñido, sus pupilas ahora eran rectangulares y reflejaban un terror ante tanta crueldad , temblaba y ya no sabía  si de frío o de miedo. Observaba a sus compañeras que al igual que ella estaban enfundadas en vestidos y blusas que tan solo difuminaban un poco sus pieles . 

.Mery

martes, 1 de marzo de 2016

Alma



Un año más recordando aquella noche, cuando la frialdad de la noche se torno en nervios, cuando no había sombra más alta, ni luna más brillante, cuando cada centímetro de mí ser temblaba con el roce de tus manos y el aliento de tus labios entre los míos. Aun recuerdo el roce de mis miedos al caer, al deshacerse en un rincón mientras tus dientes se clavaban en mi clavícula  y mis deseos crecían. Cuando me arrastraste hasta el hueco de tu corazón, aquel rincón de tu mundo que tanto hacia que no abrías, aquel día que arroje tu camiseta y bese cada centímetro de dolor; que suspiraste por el roce de mi lengua. Y volví, una vez más a recorrer tu espalda con mis dedos dibujando huellas que unieron mi ser a ti , que nos hicieron uno por mucho que algún día las quieras borrar. ¿Recuerdas ese instante que mis ojos brillaron al verme reflejada en los tuyos, al entrelazar nuestras manos y fundirnos en un ser? Una única canción entonada por nosotros que se disipo; por el silencio de la noche.  Y sonreír mientras no existía nadie más que nosotros, repletos de un éxtasis capaz de borrar cualquier cicatriz de nuestra alma o al menos en ese instante de felicidad.  Besarnos lentos,  sin prisa ya, saboreando cada parte de nuestros labios, mirándonos; perdiéndonos en la profundidad de nuestra alma.

.M
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